
En las últimas semanas los medios de comunicación comentaron una de las noticias más importantes del verano deportivo en Chile: uno de los grandes se retiraba, Fernando González decía adiós al tenis competitivo.
Como era de esperar, la prensa ha dedicado un espacio considerable a esta noticia, y algunos de los titulares que me llamaron la atención fueron “Desde ahora es leyenda”, “Se va un grande” o “Se retira una estrella”, pero lejos de estas alabanzas el comentario que más me gustó fue el expresado por el propio González: “Quizás muchos de ustedes lo van a tomar como un final, pero realmente lo quiero tomar como un nuevo comienzo”
La retirada del mundo deportivo es un tema importante y eso lo sabe todo el mundo; por lo tanto, cualquiera puede opinar al respecto. De hecho, no sería raro que la gente haya comentado esta noticia y haya opinado sobre lo complicado que debe ser este momento, y tal vez muchos hayan discutido sobre el futuro de Fernando y qué va a ser de él después de haber estado tantos años practicando el tenis. Sin embargo, creo que sólo los que lo han vivido pueden entender realmente lo que se siente y lo que se sufre durante este proceso.
Esta transición a otro estilo de vida puede tener diferentes implicancias. A mi entender, el primer problema es que el o la deportista nunca deja el deporte, sino que es el deporte el que lo deja, entendiendo con esto que la mayoría de los deportistas de elite quisieran mantenerse el máximo de tiempo posible compitiendo, pero en algún momento es el mismo deporte el que marca los procesos de retirada.
Durante este proceso final aparecen distintas interrogantes en la vida del deportista, ya sea porque revisa su situación actual o porque evalúa las opciones de cara al futuro lejos de la elite deportiva.
A continuación mencionaré algunas de las principales interrogantes que aparecen al momento de tomar esta decisión y veremos cómo se presenta la retirada de Fernando González.
Pregunta 1: ¿Realmente yo he decidido dejar el deporte o hay situaciones que yo no controlo que me llevan a la retirada?
Si recordamos brevemente la retirada de otros deportistas veremos que hay algunos temas claves en esta transición deportiva. Por ejemplo, en el tenis, las lesiones han apartado a jugadores como Marcelo Ríos de seguir una carrera y consagrarse definitivamente entre las estrellas de esta disciplina. Y es que las lesiones son posiblemente uno de los factores que más influyen al momento de tomar la decisión de la retirada, ya que no depende del deportista; de hecho, casi podríamos decir que las lesiones tienen vida propia y evolucionan de tal manera que pueden cortar la vida deportiva en cualquier momento.
Esta situación influye directamente en el estado físico y psicológico del tenista dificultando su rehabilitación, ya que genera una carga extra que le impide hacer lo necesario para competir al máximo nivel desgastándolo progresivamente.
En el caso de González se presenta una mezcla de situaciones; por una parte, pareciera ser que ha sido él quien ha tomado la decisión, lo cual le permite hacerse cargo de la situación elaborando estrategias específicas que le ayuden al momento de abandonar el deporte. No obstante, no queda claro si esta decisión está influenciada en gran medida por su estado físico.
Por lo tanto, si su estado físico es la variable clave en esta situación podemos plantearnos otra interrogante.
Pregunta 2: ¿Puedo vivir sin el deporte? ¿Puedo vivir sin las emociones asociadas a esta actividad?
Revisemos otros casos de grandes deportistas retirados: mencionaré algunos como Michael Schumacher (automovilismo), Lance Armstrong (ciclismo), Michael Jordan (baloncesto), Ian Thorpe (natación) o Justine Henin (tenis). Además de haberse retirado ¿qué más tienen en común?
La respuesta es que además de haberse retirado como grandes estrellas en sus disciplinas, estos atletas no pudieron vivir mucho tiempo sin el deporte y al cabo de algunos años terminaron por volver a la alta competencia.
Esto se debe, en gran medida, a que su identidad como persona está estrechamente vinculada a su actividad deportiva, por lo cual es difícil para ellos dejar de sentir las emociones ligadas al mundo deportivo. En una entrevista reciente, un deportista retirado (elegido como el mejor del mundo en su disciplina el año 1995) me comentó que uno de los aspectos más difíciles de gestionar durante su proceso de adaptación a la nueva vida había sido el ajuste a la rutina diaria. Durante la conversación expresaba la añoranza que se siente no participar de los entrenamientos y la falta de sensaciones relacionadas con el alto rendimiento al batallar en un partido o al luchar por una medalla; en resumen, señalaba que la etapa después de la retirada era de un profundo vacío.
En el caso de Fernando comienza un nuevo desafío: conseguir enamorarse de otra actividad. Si bien es cierto ha dicho que este tiempo será para su familia y fundación, creo que sería importante saber si estas actividades le permitirán tener un equilibrio en su nueva vida y verse a sí mismo en un rol diferente, con una identidad diferente.
Para finalizar, y a través de la tercera interrogante, plantearé una de las situaciones más importantes al momento de la retirada.
Pregunta 3: ¿He planificado mi carrera? ¿Me he preparado en lo personal, en lo social, en lo económico o en lo vocacional para estar tranquilo cuando abandone el deporte?
Según diversos estudios llevados a cabo en países como España, Suecia, Bélgica o Estados Unidos, el principal problema de muchos deportistas es que no han planificado las diferentes etapas de sus carreras; por lo tanto, al momento de salir del deporte no están preparados para afrontar el desafío de vivir esta nueva fase. Muchos de ellos dejaron los estudios por buscar el máximo rendimiento, otros nunca se preocuparon de su vida social porque estaban muy focalizados en el deporte y muy pocos elaboraron estrategias económicas para cuando llegara el momento de dejar la vida competitiva.
En síntesis, la situación de Fernando parece ir bien encaminada, ya que combina distintas estrategias que responden a las interrogantes planteadas. Por una parte, ha señalado su interés en dejar esta actividad cuando él sintiera que debía hacerlo, independientemente de que existan razones que influyan en esta decisión; además, piensa seguir ligado al mundo del tenis, lo que le ayudará a mantener un contacto cercano con este mundo. Por último, tiene un grupo familiar que le brindará apoyo en las diversas actividades que desarrolle en el futuro, lo cual puede ser un aspecto clave durante este importante proceso de su vida.
Fernando Azócar C.
Psicólogo del Deporte
Artículo publicado en www.adochile.cl 2012